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El proyecto “Dos Morenas” de Widinson es una obra maestra que surgió de una experimentación previa con la canción “Doble Vida”, un cover que se grabó en Guayllabamba, al norte de Quito. Este primer proyecto, que incluía un carro convertible y dos mujeres, abordaba el tema delicado de la infidelidad. Widinson sintió que esta canción fue bien acogida por el público, lo que lo motivó a crear un tema original que hablara sobre amar a dos mujeres. Ya conocido por su trabajo en el género de la bomba con éxitos como “El Camaleón” y “Dame Una Llamada”, Widinson decidió que era el momento de lanzar una bomba que abordara este tema con un ritmo pegajoso y un baile atractivo.

 

La música bomba, con sus profundas raíces afroecuatorianas, es una celebración de la cultura y la historia de la comunidad afrodescendiente en Ecuador. Este género, que combina elementos africanos, indígenas y europeos, se caracteriza por sus ritmos alegres y enérgicos, y es una parte integral de la identidad cultural ecuatoriana. Widinson, reconociendo la importancia de la bomba, quería que “Dos Morenas” no solo fuera una canción pegajosa, sino también una celebración de esta rica herencia cultural.

Para este ambicioso proyecto, se contrató una agencia de baile con bailarinas profesionales, y se ensayó la coreografía un mes antes de la grabación para asegurar que todo estuviera perfectamente sincronizado. Nuestros expertos creativos en multimedia desarrollaron una idea visual simple pero efectiva: un fondo sin fin blanco que centrara la atención en los movimientos del baile y la belleza de las bailarinas. Este enfoque minimalista permitió que el público se enfocara en la coreografía y en la narrativa de la canción.

El elenco principal incluía a Tatiana Pozo, vestida de rojo, representando la atracción de Widinson hacia la cultura afro, y Dayana Reyes, vestida de verde, simbolizando los celos y la sociedad. La dinámica entre las dos bailarinas reflejaba la tensión y el drama de la historia de la canción, haciendo que la narrativa visual fuera aún más poderosa. La primera parte del video se centró en esta coreografía llamativa y sensual, mientras que la segunda parte se trasladó a las alturas del páramo andino, simbolizando la liberación y la conexión con Sudamérica.

El video musical se grabó en un gran set en Quito, utilizando un fondo sin fin blanco para crear una sensación de amplitud y enfoque en los bailarines. Nuestro equipo de especialistas en fotografía e iluminación enfrentó el desafío de exponer adecuadamente una zona tan amplia, con tomas que incluían tanto planos generales del grupo completo como planos cerrados. La iluminación variaba constantemente para mantener la dinámica visual, utilizando focos de alta potencia y una cámara de cine para lograr la mejor calidad posible. 

El guion ya estaba listo días antes, permitiéndonos seguir un cronograma estricto de rodaje. La grabación se extendió hasta la noche, momento en el cual se realizó la parte final donde Dayana mira a Tatiana y la icónica portada del álbum “Dos Morenas”, mostrando a Widinson en contraluz con un micrófono clásico. Esta imagen no solo se convirtió en la portada de los discos físicos, sino también en una edición limitada del diario El Comercio, que incluía el álbum completo de las canciones de Widinson.

Grabar en los páramos de Milin no fue tarea fácil. El equipo de producción enfrentó desafíos logísticos y climáticos, desde movilizar el equipo a grandes alturas hasta lidiar con la lluvia constante. A pesar de estos obstáculos, logramos grabar escenas impresionantes que capturaban la esencia de los Andes ecuatorianos. En estas alturas, Widinson canta como si quisiera liberar toda la presión de amar a dos mujeres, rodeado por la majestuosidad del paisaje andino.

El impacto de “Dos Morenas” ha trascendido fronteras, consolidando su lugar en América y Europa. Ha marcado un antes y un después en la música bomba ecuatoriana, demostrando el poder de la cultura y la creatividad para conectar con audiencias de todo el mundo. En cualquier fiesta ecuatoriana, “Dos Morenas” es una canción que sin duda estará en la mesa del DJ, perpetuando su legado y celebrando la rica herencia afroecuatoriana.

El éxito de “Dos Morenas” radica no solo en su ritmo contagioso y su baile atractivo, sino también en su capacidad para contar una historia universal a través de una lente cultural específica. Widinson, con su profundo respeto por la música afroecuatoriana, ha creado una obra que no solo entretiene sino que también educa y celebra la diversidad cultural de Ecuador. La canción y su videoclip siguen siendo un testimonio de cómo la música puede ser una poderosa herramienta para la conexión y la comprensión cultural.